(35 piezas para acompañar la lectura:)


mayo 17, 2007

Sobre créditos

Chiste mexicano de 1994, año de la última crisis económica en este país: Un empleado de un banco le pregunta a su jefe "Tuvimos que quitarle 10,000 autos a 10,000 personas que no podrán pagar sus créditos automotrices, ¿qué hacemos con ellos?" El jefe responde "Pues mételos a las cocheras de las 10,000 casas que también tuvimos que quitarle a otras 10,000 personas que no podrán con su crédito de vivienda."

(Ese mismo año hubo otros chistes como: -¿Por qué, cuando era niño, los papás de Miguel Mejía Barón no lo mandaban a comprar los refrescos? -Porque se guardaba los cambios. O: -Los tiradores mexicanos de penalties tendrán su calle en el DF como homenaje al mundial pasado (EUA ’94) -¿Cuál va a ser? -Lafayette. Pero no vienen el caso con el post.)




Cada que en los supermercados o en los centros comerciales me ofrecen la opción de sacar una tarjeta de crédito, recuerdo lo que han dicho muchos analistas financieros estos últimos meses con respecto a que uno de los factores que agudizó la crisis económica de 1994 fue que los bancos comenzaron a dar créditos sin mayores requisitos ni comprobantes. En ese entonces, como ahora, cualquiera podía tener acceso a un crédito, sin embargo en ese entonces, como ahora, se cometen los mismos errores.

Y es que algunos bancos han volteado hacia el sector popular para ofrecer tarjetas de crédito, haciendo énfasis en su capacidad de consumo y no en su capacidad de producción, lo cual conlleva un riesgo gravísimo, no para el banco, sino para el individuo que ve fácil sacar una tarjeta de crédito (porque en cualquier lugar hay stands donde nos la ponen realmente muy fácil) sin una pizca de investigación o de análisis.

Parece que los bancos nos ven como consumidores solamente, en su publicidad no se ve por ningún lado un impulso para que seamos más productivos, y así, poder manejar mejor nuestros créditos. Si hubiera otra crisis como las del ’94, volvería a suceder lo mismo con respecto a las deudas de cualquier tipo de crédito: se elevarían, se inflarían, nos ahorcarían.

Hay gente que presume de saber manejar sus tarjetas de crédito, ojalá que así sea porque a un país no le conviene tener tanta gente endeudada, supongo que a muchos bancos sí, pero en general sacar una tarjeta de crédito pensando en que así se puede consumir más, es la trampa más común en la que la gente con poder adquisitivo cae. Yo no sé cómo manejar una así que lo único que tengo en un banco es una discreta cuenta de débito que me sirve para menesteres que no tienen que ver con el consumo.

Estos modelos bancarios son típicos de países económicamente fuertes ya que son países con inversión, empleo, seguridad, buen nivel educativo, luego entonces, sus adultos son tan responsables como para saber que crédito significa deuda, que una tarjeta de crédito no da status, que su capacidad de pago tiene que ser igual, o mejor, que su capacidad de consumo, en fin. Nuevamente, como en el ’94, nos sentimos más ricos de los que somos, más consumistas de lo que podemos ser.

Claro que todo se resumiría en decir que pinches banqueros, pinche Fobaproa, pinche gobierno, pero eso sería otra forma de seguir con los ojos vendados y no ver lo que hay detrás de todas estas supuestas bondades bancarias, las cuales evidentemente no están siendo manejadas por alguna entidad superior maligna que quiere hacernos daño aprovechándose de nuestra típica ignorancia mexicana. Lo único que hay es que ésta estrategia bancaria no es integral, está incompleta, ve más por los intereses de los propios bancos que por la madurez financiera que, como mexicanos, ya deberíamos de tener.

Aunque en estos tiempos lo difícil es estar mal informados. Tan sólo es cuestión de pasearse por el radio o por el internet para asesorarse de la mejor manera, ventaja que en 1994 no existía. Hoy ya no puede haber más de estos pretextos tipo “maldito Salinas que nos jodió nuestras economías familiares”. Hoy el conocimiento no está velado. En el área económica cualquier otra área.

Así que, antes de pensar en consumir todavía más, hay que pensar en qué tan buena producción generamos.

8 comentarios al respecto:

Paty dijo...

El día en que los políticos o banqueros tengan un ápice de ética, es porque en verdad hemos llegado al Cielo.

Ojalá la gente aprendiera a manejar estas cosas, la mejor trampa de nuestros sistemas económicos, junto con la dependencia económica que padecemos (que no es, ni remotamente, interdependencia)

Anónimo dijo...

Espejel! aun estoy esperando que me respondas... hasta cuando el silencio??? si no, me vere en la obligación de cerrar el sitio y se acabo el asunto... respondeme pronto

Atte:
Paz

PosCorp dijo...

Sin duda me parece muyyy atinado tu comentario: México necesita incrementar sustancialmente su capacidad de producir y generar riqueza y los mexicanos que deseamos un futuro mejor para este país tenemos que ocuparnos en que la riqueza se reparta mejor para construir un círculo virtuoso que nos asegure un lugar digno en el mañana.

edegortari dijo...

hijole, nopuedo decir más que simplemente tienes razón. Y cuando te empiezo a enviar poemas, o cuando se empezaran a hacer en conjunto? un abrazo

Andrea González-Villablanca dijo...

MUY INTERESANTE COMENTARIO

SALUDOS

calixta dijo...

:s
en dónde se ha metido mister espejel?

La Gata Schrödinger dijo...

Pos pa que te digo que no si, sí! (sabio dicho de la Chimultrufia). Por aquí por Perú la situación dista de estar mejor, el otro día me agarraron entre dos chicas que pues, estaban luchando por su comisión, ingenua o irresposablemente creen que lo que ellas hacen es producir, y sólo meten en problemas a un consumidor que debería estar pensando mas en guardar pan para mayo que en comprarse un super televisor mas grande y elegante que uno mismo que encima, no tiene nada qué hacer con nuestra vida, ni mucho menos va a mejorarla. Sueño americano? pues no nos quedemos en sueños! y podemos hacerlo aqui tranquilitos en nuestra América Latina.
Muy inteligente pero sobre todo urgente tu comparación, Espejel, un abrazo!

Alejandro Palizada dijo...

ehhh uujuuuuu, de nuevo actividad!!

oye, qué onda?! qué ha pasado? cómo vas con tu novela? yo pedí prórroga jijijiji

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